TRANSHUMANISMO Y POSTHUMANISMO ¿UN FUTURO TERRIBLE PARA EL HOMBRE O SU SALVACIÓN?

Grupo Más de Misterio

TRANSHUMANISMO Y POSTHUMANISMO: ¿UN FUTURO TERRIBLE PARA EL HOMBRE O SU SALVACIÓN?

(MdM – 12/08/2018)

 

  1. ¿QUÉ ES EL TRANSHUMANISMO?

Se le puede representar abreviadamente por H+ o h+ y se trata de un movimiento cultural e intelectual internacional que tiene como objetivo final transformar la condición humana mediante el desarrollo y fabricación de tecnología ampliamente Movimiento-transhumanista-y-transhumanismodisponibles, que mejoren las capacidades humanas, tanto a nivel físico como psicológico e intelectual. El ser humano tiene una responsabilidad moral de conducir el proceso evolutivo de la humanidad y transformarla para mejorarla por medio de la implementación en el organismo de tecnologías que nos liberen de los condicionamientos con los que la naturaleza nos ha limitado.

Ésta es la definición que a los transhumanistas les gusta que se les aplique, pero Más de Misterio tiene otra bien distinta para ellos: El transhumanismo es la eugenesia del s.XXI por medio de la cual los transhumanos pretenden convertirse en posthumanos, además es la negación a la trascendencia después de la muerte. O sea, el transhumanismo es sólo una etapa de transición en la que se pretende aplicar un tipo determinado de eugenesia y de tecnología al ser humano actual para llegar al posthumano que ya se habría convertido en un ser inmortal. La gradación temporal propuesta sería: Humano, Transhumano y Posthumano.

¿Y qué es un posthumano? En realidad, nadie lo sabe. Según las aspiraciones de la gente que aboga por este movimiento, podría ser un humano tan “mejorado” física, psicológica e intelectualmente que habría conseguido la inmortalidad y, en definitiva, habría dejado ya de ser humano.

  1. HISTORIA DE SUS ORÍGENES.

No existe un origen claro y definido de cuándo comenzó este movimiento. Podríamos acercarnos a sus más que probables raíces si nos fijamos en los humanismos de principios del s.XX, que tenían como base heredada desde sus inicios el conocimiento científico a través del logos y al hombre como medida de todas las cosas, pero que ya no se correspondería con los nuevos avances tecnológicos ni con su velocidad de vértigo plasmada en la ciencia moderna. Tampoco serían asimilables con el vertiginoso intercambio de información por medio de la técnica de que la humanidad era capaz, con lo que “el hombre como medida” se habría quedado obsoleto, superado por la velocidad de la tecnología.

Para el humanismo el hombre es un pensador autónomo y racional que puede mejorarse a sí mismo por medio de la educación y la autoreflexión con que su propia naturaleza le ha dotado, y es de ese modo como llega a civilizarse.

A principios del s. XX otras corrientes de pensamiento comienzan a desarrollarse convencidas del fracaso de esa capacidad civilizadora que el humanismo había detentado hasta entonces por medio de la educación del potencial humano, para salvarle de su salvajismo por medio de la civilización, por lo que se intenta encontrar una salida que le dé continuidad por medio de la técnica. Ése es uno de los detonantes del movimiento transhumanista.

La diferencia fundamental entre ambos movimientos sería que, mientras que en el humanismo era la razón, considerada como una característica exclusiva de nuestra especie, lo que nos diferenciaba del resto de la naturaleza, en el transhumanismo y posthumanismo esa razón ya no es lo que importa en el ser humano, ya que sería una característica que se podría copiar y reproducir de manera independiente desde nuestro organismo hacia otro soporte meramente material o biológico, completamente diferenciado de él. La tan ansiada diferenciación del espíritu y la materia que los platónicos siempre han pregonado.

Se suele atribuir el origen del término “transhumano” al biólogo Julian Huxley (1887-1975), que era el hermano del famoso escritor de “Un mundo feliz”, Aldous Huxley (1894-1963), y el primer presidente de la UNESCO además de declarado eugenesista, en un artículo publicado en 1957 en el que hablaba de la posibilidad de que el ser humano se trascendiese a sí mismo para superar las limitaciones impuestas por la naturaleza.

Aunque realmente se puede admitir que uno de los primeros pensadores que unieron tecnología y humanidad y reflexionaron acerca de sus consecuencias favorables sería el jesuita Teilhard de Chardin (1881-1955) en su libro “El fenómeno humano”, que muchos pensadores han tomado como referente para las ideologías de la Nueva Era Acuario y para el transhumanismo.

El desarrollo de la corriente cultural moderna se le otorga al profesor de futurología en la Universidad de California, Fereidoun M. Esfandiary (1930-2000), que se renombró como “FM-2030” porque había nacido en 1930 y quería vivir hasta los 100 años, cosa que no sucedió. Él fue quien empezó a desarrollar los conceptos relacionados con el futuro tecnológico de la humanidad alrededor de 1960, a la par que el científico informático Marvin Minsky (1927-2016) estudiaba las relaciones entre el ser humano y la I.A. La corriente artística del ciberpunk en los años 80 se sintió rápidamente identificada por la estética distópica que conllevaba el universo transhumanista y su desprecio por el cuerpo biológico para enfatizar la mente, desprovista de materia.+Humans

Muchos otros pensadores se unieron al movimiento y lo fueron desarrollando sobre todo en la década de los 90 y en la primera del s.XXI. Entre los más destacados se pueden citar: el filósofo sueco Nick Bostrom (fundador y presidente de la asociación World Transhumanist Association – WTA junto David Pearce), el investigador de robótica Hans Moravec, el inventor Raymond Kurzweil (también ingeniero jefe de Google), el filósofo Max More que fundó el Instituto Extropiano, y autores tales como Stock, Silver, Dyaz, Fukuyama, entre otros muchos.

  1. OBJETIVOS DEL TRANSHUMANISMO

En la propia web de la organización del movimiento transhumanista hay una declaración en la que se incluyen los objetivos a conseguir por medio de la tecnología en todos sus aspectos y que se podrían resumir en los siguientes:

  • Superar las limitaciones del físico humano, tales como la enfermedad con el fin de llegar a la inmortalidad por medio de unas capacidades físicas mejoradas.
  • Superar las limitaciones del intelecto humano, con el fin de llegar a hibridarnos con la inteligencia artificial y mejorar nuestra capacidad intelectual.
  • Superar las limitaciones de la psicología humana, con el fin de ser felices constantemente y no sufrir.
  1. SUS ESTRATEGIAS Y LOS PELIGROS DERIVADOS DE ELLAS.

Al ser el mundo del transhumanismo tan amplio ya que abarca la “mejora” del ser humano integral, hay muchas estrategias futuras y otras que ya tienen en marcha para conseguir sus objetivos. Algunos pensadores y gurús de este movimiento también se han preocupado de los peligros que conllevarían éstas, pero la gran mayoría mira hacia el futuro con una visión buenista, confiando en que la bonhomía humana garantizará un buen uso de la tecnología que quieren aplicarnos.

Vamos a pasar a enumerar las principales estrategias transhumanistas:

MANIPULACIÓN GENÉTICA: La evolución de las especies mediante la genética con que la naturaleza nos ha dotado, desde el punto de vista de los transhumanistas es sumamente azarosa y lenta, es por eso que se consideran en la obligación moral de modificar el acervo genético de los humanos para “mejorar la especie”.

genLos avances en este campo son sorprendentes y abarcan por ejemplo a la propia ingeniería genética que manipula el ADN por medio de moléculas y organismos existentes en la naturaleza, con técnicas como el CRISPR/Cas9 y que todos reconocemos rápidamente en las modificaciones que se han venido llevando a cabo con los cultivos de cereales transgénicos para dotarlos de resistencia a los pesticidas o aportarles algún tipo de vitamina que no tenían en origen. Estas investigaciones genéticas referidas al ámbito médico para curar enfermedades son un gran avance para la humanidad ya que nos podríamos deshacer de muchos de los sufrimientos actuales, pero la ideología transhumanista no quiere solo deshacerse de las enfermedades, quiere hacernos “mejores”. Para ello no dudan en apoyar la moderna eugenesia activa de seleccionar a los embriones “mejores”.

Pero, ¿qué es mejor? Este concepto tan ambiguo de “mejora de la raza humana”, que por más que lo intenten no pueden desligarlo del de la eugenesia, ni ellos mismo saben definirlo ya que, inevitablemente, lo mejor está directamente vinculado con la cultura en la que te desarrollas.

Culturalmente, para los nazis, era “mejor” una raza aria que todos sabemos cómo intentaron conseguir, por medio también de la eugenesia, y las cuantiosas pérdidas de vidas humanas que conllevó. Culturalmente, para los estadounidenses de principios del s.XX, era “mejor” esterilizar masivamente a los “imbéciles y locos” para que no transmitieran sus “taras” genéticas. Culturalmente, y ya en la actualidad, en China e India, es “mejor” tener un hijo que una hija, y para ello seleccionan el embrión adecuado por medio de un análisis genético que informa del sexo del futuro hijo y se imagen down recortadadeshacen por medio del aborto del que es “peor”, en este caso las niñas. Esta práctica está prohibida en ambos países pero se sigue realizando masivamente, tanto es así que la pirámide poblacional en ellos está gravemente desestabilizada por una falta grave de mujeres. Culturalmente en los países desarrollados del primer mundo es “mejor” abortar a los fetos que tengan Síndrome de Down y deshacerse así de ellos porque es “mejor” eliminar las “vidas no dignas de ser vividas”, frase usada por los transhumanistas para definir lo que sería una sociedad perfecta para ellos. Hasta tal punto ha llegado este tipo de aborto selectivo que en Islandia hace años que no nacen niños con este síndrome y en España lo hacen sólo el 5% porque sus padres deciden que es “mejor” abortarlos. Recordamos aquí al recientemente fallecido Stephen Hawking que tenía la enfermedad del ELA y que seguramente sería abortado en la sociedad transhumanista al descubrir esta “tara”, como ocurre hoy con el Síndrome de Down, porque una vez que se hayan dominado las técnicas de manipulación genética, nuestro miedo es que se recurra a la eliminación de los “individuos defectuosos” porque será más práctico y barato eliminar directamente lo que es defectuoso que “reparar” los genes para paliar o eliminar esa enfermedad o “defecto”.

No podemos caer en la ingenuidad de dar por hecho que estos conocimientos se aplicarán de manera que nos beneficien a todos por igual ya que, hasta la fecha, seguimos conviviendo en una sociedad dependiente de la economía y la legislación soberana de cada Estado con todos los pros y los contras que esto supone.

Se podrán aplicar también directamente las modificaciones genéticas en el embrión para conseguir esa “mejora”, ya que los ideales transhumanistas no se ciñen sólo a erradicar las enfermedades. Por esta razón creemos que llegaremos a un futuro posthumano en el que todos seríamos una única persona, los mismos clones repetidos, con la misma mejora genética implantada ya que cada trocito de ADN que tuviésemos sería el “mejor” para su función. Además, en este futuro distópico se conseguirá una de sus ANDRÓGINOmáximas aspiraciones: El individuo asexuado y estéril. Éste será un individuo andrógino y que no necesitará procrear por los medios naturales al existir ya la suficiente tecnología para que en los úteros artificiales sea donde se desarrollen esos fetos que no necesitarán de ninguna diferenciación sexual. Otro paso más para la eliminación de la esencia humana al desaparecer ese vínculo insustituible y vital entre madre gestante e hijo.

La eugenesia se ha venido practicando desde la antigüedad, sin ir más lejos nos podemos remitir a los griegos y a pensadores como Platón y Aristóteles, que abogaban por que el Estado controlase la cantidad de habitantes, así como la calidad de los mismos, ya que no estaban de acuerdo en que se llevase adelante la crianza de niños que tenían taras evidentes al nacer. Los espartanos sometían a sus hijos también al nacer a una dura prueba ante un consejo de ancianos que determinaba si el niño podía vivir o estaba destinado a morir por sus defectos físicos. Alguno podría pensar ingenuamente que con este tipo de estrategia para fomentar lo “mejor” estaríamos ayudando a la humanidad, pero también nos queda la clara evidencia de que lo que culturalmente elegimos por “mejor” no es ninguna panacea. Y si no que se lo digan a los espartanos que después de tantos infanticidios como llevaron a cabo terminaron desapareciendo a pesar de que los que vivían eran “mejores” que los que mataron. Curiosamente, este apunte histórico será uno de los argumentos que blandirán mediante la ventana de Overton para convencernos de que la eugenesia es algo connatural con la civilización humana y que se debe admitir como plausible porque se ha venido practicando en culturas anteriores a la nuestra.

El fin último que persiguen los transhumanistas no es sólo conseguir mediante la manipulación genética, en especial de los embriones en origen, deshacerse de las enfermedades y de lo que ellos consideran “taras”. Su principal ambición es conseguir la inmortalidad física de cada ser humano, ésa que ha sido una aspiración humana durante toda nuestra historia y que podemos encontrar en la búsqueda del periplo realizado por Gilgamesh, en la consecución de la piedra filosofal de los alquímicos, en búsqueda del Santo Grial artúrico o simplemente en la herencia genética que transmites a tus hijos quienes, mediante su vida, te hacen partícipes en cierto grado de un tipo de humano desmayadoinmortalidad. Pero los transhumanistas no quieren cualquier tipo, ellos quieren un hombre inmortal que además sea productivo. Ésa es una de las razones por las que someterían a los embriones a una selección, para deshacerse de los que no consideran que serían productivos y además consumirían recursos sin aportar nada valioso para ellos. Seguramente, si cualquiera de nosotros preguntásemos a la persona que tuviésemos más a mano si le gustaría ser inmortal, nos contestaría afirmativamente, porque cuando uno concibe la inmortalidad automáticamente le asocia una bucólica existencia de placeres sinfín, pero la inmortalidad que ansían los transhumanistas es una inmortalidad productiva. Esto quiere decir que tendrás que producir para ser útil a la sociedad, pero eternamente. Ahora paraos a pensar en vuestra vida cotidiana repitiéndola en un bucle sinfín, eso sí, habiéndonos deshecho ya de las enfermedades, que no es poco. ¿Os gusta esta idea?

Esta bucólica existencia inmortal que nos proponen los transhumanistas conlleva un problema añadido: la superpoblación. Es fácil hacer un cálculo: si conseguimos la inmortalidad y nadie muere de enfermedades, porque sólo se puede morir de manera accidental a la par que la tasa de natalidad sigue su inercia natural, la Tierra se verá desbordada literalmente de seres humanos. A todos se nos ocurre fácilmente cómo los transhumanistas pretenden corregir esta problemática: haciendo lo mismo que hacían los espartanos pero con tecnología, es decir, en vez de despeñar al niño por un barranco para matarlo, van a elegir el embrión “mejor”, que es el que se merece la inmortalidad. Y no necesitan ya que la madre naturaleza haga su trabajo azaroso para dotarnos de la herencia genética correspondiente y por medio de la cual ella misma seleccionaría al embrión adecuado para permitirle vivir según el medio en el que se desarrollase, porque serán los transhumanistas quienes se ocuparán de manipularla a su gusto para que esta herencia genética ya no sea herencia, sea solamente “mejor”.

En general en este movimiento cultural apoyan la libertad para la elección por parte de los padres de los caracteres genéticos que tendrá su descendencia, o sea, lo que se llama tener un “hijo a la carta”. Lo que no explican es dónde queda la libertad del embrión que se ve elegido o rechazado. Aunque ésta es la teoría, en la práctica no pueden asegurar que esto vaya a ser así, ya que cada país es soberano y tiene sus propias regulaciones legales, con lo que, los padres, podrán hacer lo que culturalmente más le convenga. Podríamos pensar que el ser humano al verse en esta encrucijada hará lo éticamente correcto, pero la ética no es práctica, sin ir más lejos nos podemos remitir a la política del hijo único que se implantó durante años en China para reducir su población a la mitad. ¿Era realmente voluntario tener sólo un hijo en aquella época o los padres se veían forzados por medio de condicionamientos sociales y sanciones legales para poder realizar esa elección libremente?

Para conseguir la tan ansiada inmortalidad, se escudan tras el concepto de que la muerte es sólo una enfermedad, negando así la trascendencia humana postmortem. La inmortalidad que tan desesperadamente buscan lleva implícita la negación de que exista otra “vida” o “realidad diferente” después de la muerte, es por eso que se obsesionan con conservar su cuerpo para siempre, reparándole hasta el infinito en un intento desesperado por huir del concepto de la muerte física y por ende de una posible trascendencia. Para lograr esto muchas empresas han comenzado a llevar a cabo estudios acerca del envejecimiento y cómo combatirlo, respaldadas por inversiones multimillonarias. Un ejemplo claro es la empresa Calico, que fue fundada en el 2013 por Google para buscar técnicas de antienvejecimiento. Un apunte, para que todos estos negocios que nos venderán medicamentos para luchar contra la inmortalidad puedan llevarse a cabo, la OMS tiene primero que declarar la muerte como una enfermedad. Así que, cuando la OMS haga ese anuncio público y cambie el concepto de la muerte confundiéndolo con una enfermedad, es que ya habrá evidenciado sus verdaderas intenciones en apoyo al movimiento transhumanista.

Hasta que se consiga la inmortalidad de nuestros cuerpos humanos, pasaremos un periodo en el que se podrá alargar considerablemente los años de vida. ¿Qué ocurrirá entonces cuando la población sea extremadamente anciana y poco o nada productiva? ¿Se implementará algún tipo de eutanasia obligatoria o “culturalmente deseable” para deshacernos de este exceso poblacional?

Pero hay otra manera mucho más preocupante de conseguir lo “mejor” genéticamente para el ser humano según las expectativas transhumanistas: la biología sintética.

¿Qué es esto? Es la creación de moléculas o sistemas biológicos con funciones y capacidades que no existen en la naturaleza. Un ejemplo: por medio de esta tecnología se ha conseguido que unas algas unicelulares produzcan leche de vaca. La diferencia con la Ligozzi_(Una_quimera)manipulación genética clásica es evidente. Mientras que ésta manipula los genes ya existentes en la naturaleza y sustituye los defectuosos por otros válidos, la biología sintética crea quimeras, literalmente.

En la naturaleza ya existen quimeras dentro de una misma especie. Sin ir más lejos hay humanos que tienen dos tipos de ADN diferentes en su organismo porque dos cigotos, tras la fecundación se combinan para producir un único sujeto en vez de dos. Pero el caso de la biología sintética es distinto completamente ya que el ser humano, por primera vez en la historia, crea seres que no existen naturalmente, combinando ADN de especies completamente distintas. Estas prácticas ya se están llevando a cabo en el ámbito de los transgénicos alimenticios de segunda generación para conseguir que organismos unicelulares produzcan sustancias que no producirían de manera natural. De momento son saborizantes alimenticios y aromas para la industria cosmética.

¿Qué supondría que algunos de estos organismos unicelulares se liberasen en el medio ambiente y contaminasen con este ADN sintético a miembros de su propia especie? ¿Qué ocurrirá cuando las quimeras de seres más superiores como las plantas o los vertebrados se liberen en el medio ambiente por accidente o intencionadamente? ¿Nos convertiremos en posthumanos al quimerizar nuestro propio ADN? ¿Y qué ocurrirá con todas esas patentes genéticas, tendremos que pagar para que nos sean implantadas, se hará cargo el Estado por nosotros o asistiremos a una humanidad de dos velocidades, la de los ricos quimerizados y la de los pobres con el ADN que la naturaleza les dotó por azar?

INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y TECNOLOGÍA: Otra estrategia para conseguir los ideales transhumanistas de “mejora de la especie humana” es por medio de la tecnología, tanto mecánica como informática.

PRÓTESIS CHICAA todos se nos viene a la memoria la estética ciberpunk de los ciborg y androides que tan rápido se acomodó a esta corriente transhumanista en películas como “Blade Runner” o “Yo, Robot”, y su visión puramente mecanicista del cuerpo humano, que promueven una eliminación del formato físico del hombre para conseguir su fin último: instalar la mente en el ciberespacio, completamente libre del condicionamiento corporal.

Aquí entramos en el ámbito de la ingeniería biomédica y de todos los avances conseguidos en la actualidad por medio de prótesis y chips cerebrales para curar o paliar algunos de los síntomas de enfermedades tan graves como el Parkinson. Cada vez resultará más difícil con las nuevas tecnologías diferenciar dónde termina el humano y dónde empieza la máquina. En el s.XVII un pirata sabía perfectamente dónde terminaba su brazo y dónde empezaba su garfio, en el s.XXI esta diferenciación ya no será posible.

La nanotecnología también está siendo ampliamente estudiada para solucionar algunos problemas médicos, aunque todavía es una tecnología en incipiente desarrollo. Una de las ambiciones de Ray Kurzweill, experto en inteligencia artificial y empleado como jefe de proyectos de Google, es que en un futuro no muy lejano nos podamos inocular nanoides en el organismo para que estos constantemente nos lo reparen y ayuden a NANOCRONICAnuestras defensas naturales a luchar contra las agresiones externas. Sería la perfecta simbiosis entre el hombre y la máquina y además una de las peores pesadillas de MdM ya que, una vez que tengas en el organismo esta nanotecnología, ¿cómo eliminarla si no nos convence o no estamos de acuerdo con ella? Esto vendría a ser como una vacuna, una vez puesta no te puedes deshacer de ella.

No podemos dejar de hacer aquí mención a la novela “NANOCRÓNICA” que nos presenta este mismo futuro distópico y cómo será posible que se implante a nivel mundial, incluso con la aquiescencia de nuestra sociedad, sin plantearse que lo que te ofrecen los Estados a veces no es lo mejor para la humanidad.

Os dejamos el link para su descarga gratuita: https://nanocronica.wordpress.com/

Estas técnicas son especialmente polémicas también por el asunto de las patentes de las empresas, al igual que ocurre con las manipulaciones genéticas. Una prótesis es hasta cierto punto identificable, pero la nanotecnología estará completamente distribuida por todo nuestro organismo y casi con toda seguridad estos elementos deberán ser constantemente actualizados, como ocurre hoy con cualquier programa informático. ¿Estaremos entonces pagando durante toda la vida estas actualizaciones como hacemos a día de hoy con los programas informáticos o con los servicios de las empresas de telecomunicación entre otras? ¿Perteneceremos en algún grado a las empresas que nos venden esta tecnología o sus actualizaciones, o será el Estado el que se encargue de distribuirlas? ¿Terminará la sociedad fracturándose en dos entre los que pueden y no pueden pagarse estas tecnologías? ¿Será obligatoria su implantación por ley o nos veremos abocados a implementarlos por la presión social a que estaremos sometidos y que nos hará considerarlos como deseables tal y como se nos narra en “NANOCRÓNICA”?

Estas estrategias serían un paso intermedio para conseguir lo que realmente desean los transhumanistas: Que el cerebro humano se convierta en simbionte de la Inteligencia Artificial en una etapa inicial para posteriormente deshacerse de su cuerpo habiéndose ya transformado en una entidad completamente virtual.

Aún estamos muy lejos de conseguirlo porque, que se sepa, en la actualidad, ni siquiera homo_deus-770x513existe una I.A. completamente desarrollada, pero es lógico pensar que con todo el empeño y los recursos que muchas empresas están poniendo en ello, se consiga llevar a cabo.

Esto comportaría un salto existencial para el ser humano ya que dejaríamos de serlo al existir la posibilidad de deshacernos de nuestro cuerpo y “volcar” nuestra inteligencia en una entidad virtual, a modo de avatar intangible. Algunos expertos auguran que esto no sería posible, deshacernos de nuestro cuerpo y transportar nuestro “yo” a una red junto con otros “humanos virtuales conectados”, ya que nuestra mente no podría existir sin nuestro cuerpo. Aquí subyace la eterna discusión filosófica de si somos una entidad bipartita de materia y espíritu o una unidad indivisible de materia/espíritu.

MdM creemos que la facción que está ganado la batalla en la actualidad es la que postula al ser humano como una entidad bipartita, ya que están intentando a toda costa que tengamos de nosotros mismos la imagen de que lo realmente importante es sólo nuestro cerebro material y pensante, que es lo que les interesa al ser la parte que ellos consideran productiva de este sistema. De esta forma no nos dolerán prendas al convertirnos en simbiontes de la I.A. llegado el caso o en deshacernos del lastre de nuestro organismo.

Para ello la ventana de Overton ya lleva años trabajando de la mano de los medios audiovisuales, metiéndonos miedo con todos los tipos de I.A. que no estén en simbiosis con el ser humano, tales como robots, androides o los superordenadores inteligentes. Uno de los principales defensores de este formato es el famoso Elon Musk, quien lleva tiempo recelando de la I.A. externalizada del ser humano, por lo que da como única solución posible para que ésta no nos aniquile al considerarnos inútiles, el formar una perfecta simbiosis entre el humano y la I.A. ya que, según él, si nosotros mismos somos la I.A. entonces podremos controlarla.

Bajo su punto de vista éste sería el menor de los males. Para MdM es el final de la humanidad.

La ventana de Overton ya se puso a trabajar hace tiempo, incluso a nivel legislativo, pretendiendo vaciar de contenido la esencia del ser humano para poder rellenarla, por ejemplo, con el concepto de la I.A. Hicimos un artículo acerca de este asunto titulado “Conspiración Persona”, asunto que nos parece muy serio porque nadie parece ver el problema que se nos cierne: Si nos deshumanizamos, si desvinculamos a la Persona de nuestra humanidad, entonces cualquier cosa podrá ser como nosotros o nosotros como ella, indistintamente.

Aquí dejamos el link del artículo: https://masdemisterio.wordpress.com/2017/11/19/121/

Por supuesto vuelve a resurgir en esta concepción supertecnificada del posthumano la inmortalidad y el andrógino. Si se consigue suficiente técnica como para volcar nuestro “yo” en un soporte físico, ya no se necesitará la reproducción sexual para perpetuarnos y será cuestión de tecnología el hacernos inmortales, sobre todo si llegamos a ser capaces de “vivir” en un entorno completamente virtual. ¿Cómo se perpetuará la especie humana entonces, si es que todavía nos podríamos considerar como tal? ¿Quedarán viviendo en un entorno virtual sólo un número finito de personas que accedieron a ese entorno para siempre?

¿Y qué ocurrirá mientras se consiguen estas metas posthumanas, cómo nos adaptaremos al cambio los humanos y los transhumanos durante la etapa de transición?

Hay ya estudios acerca de la inmensa cantidad de puestos de trabajo que se van a perder debido a la inminente implantación de la tecnología a nivel mundial, pero en especial en el primer mundo, la tan famosa 4RI, o Cuarta Revolución Industrial. Se habla ya de establecer una especie de Renta Básica para paliar esta pérdida de puestos de empleo mientras la sociedad se reconvierte al modelo transhumanista.

¿Se convertirá la sociedad transhumanista en un edén ocioso en el que sólo trabajarán las máquinas y nosotros dispondremos de tiempo libre para siempre o tendremos obligación de producir ad infinitum para que el sistema no se hunda?

PSICOLOGÍA: Otra importante meta transhumanista es la de hacernos felices.

¿Alguien es capaz de definir exactamente lo que es la felicidad? Según la R.A.E. es un “estado de grata satisfacción espiritual y física”. ¿Es esto lo que persiguen los transhumanistas, una grata satisfacción?

Según todo lo expuesto anteriormente queda claro que se han propuesto garantizarnos el bienestar físico, bajo su propio punto de vista y enmarcado en una clara eugenesia para la humanidad. Pero, dando por hecho que llegaremos a superar cualquier escollo que nos haga infelices a nivel físico, ¿cómo conseguirlo a nivel espiritual y/o psicológico?Un-Mundo-Feliz

La solución más rápida y fácil es por medio de la farmacopea o, para que nos quede claro del todo, por medio de “drogas para el cerebro” o “drogas de la felicidad”

¿Qué amante del misterio que se tenga por conspiranoico no se ha leído el libro “Un mundo feliz” de Aldous Huxley? En él aparece su reconfortante “Soma” que consumían todos aquellos que querían escapar de una realidad que no les hacía felices. ¿Es eso lo que buscan los transhumanistas, hacernos escapar de la realidad por medio de pastillas o implantes cerebrales?

Los fármacos tendrían la función de limitar o bloquear el impacto negativo de algunas experiencias, anulando los centros de control y los neurotransmisores. Esto lo llevarán a cabo sin pudor porque ellos consideran que el entendimiento humano y la actividad cerebral se reducen a puras conexiones eléctricas y/o físicas. Es por esto que se podrán cambiar estos mecanismos de acción cerebrales una vez que se conozca su funcionamiento.

¿Se podrán tomar entonces unas “píldoras de la personalidad” o hacer implantes cerebrales para modificar los aspectos que no nos gusten de ésta, de modo que se puedan superar o corregir limitaciones como la timidez o incrementar por ejemplo la empatía?

Existen numerosos autores que aseguran que el ser humano, tal y como está programado genéticamente para vivir por un tiempo limitado que las estimaciones más generosas calculan en unos 120 años máximo por medios naturales, no será capaz de asumir una inmortalidad como proponen los transhumanistas porque ni siquiera seremos capaces de comprenderla, lo que nos llevará a un estado de frustración inconcebible para nosotros hoy en día. Además, si lo único que te podrá matar serán los accidentes fortuitos, el propio suicidio voluntario (¿o quizás una eutanasia obligatoria…?) o un asesinato, nos comportaremos como seres altamente paranoicos, acuciados día y noche por la obsesión de poder sufrir algún tipo de evento que nos lleve a una muerte que, una vez seamos inmortales, vamos a temer más que a nada en esa nueva vida. Imaginaos por un momento la de dinero que ganarán las aseguradoras con este pánico exacerbado hacia la muerte. Ya saben, si quieren ir haciéndose un buen patrimonio económico para cuando llegue el transhumanismo, vayan invirtiendo en las empresas aseguradoras…

Fácilmente podemos llegar a la conclusión de que, debido a este grandísimo cambio en la concepción de la vida y la muerte, necesitaremos de toda la farmacopea posible para que nos ayude en todo este tipo de situaciones tan estresantes y novedosas para la psicología humana.

Si tienen ustedes el suficiente estómago como para pasar un par de horas viendo la película inclasificable de John Boorman, Zardoz (1974), en la que un “explosivo” (créanme si les digo que no encuentro calificativo apropiado…) Sean Connery como protagonista nos lleva a un mundo futuro en la que la sociedad está dividida en dos castas, una inmortal y otra mortal que adoran a su dios Zardoz. No se pierdan el traumático final y lo que realmente desean los inmortales que hagan con ellos.

MÁSCARAS¿Será voluntario tomar estas “píldoras de la felicidad” para poder afrontar esta nueva realidad o nos veremos obligados por la presión social o los Estados a ser felices por imposición, por ley? ¿Nos permitirán ser infelices libremente?

Quizás en esta nueva humanidad de dos velocidades, los posthumanos y los humanos, los ricos y los pobres, sea a estos últimos solamente a los que nos ofrecerán las “píldoras de la felicidad” para que no nos deprimamos o para que no luchemos y nos sublevemos para conseguir llegar a alcanzar los privilegios de la otra clase. El control que siempre desean los gobernantes sobre los gobernados. ¿No se parecen demasiado esas píldoras a todas las adicciones actuales que sufre una gran parte de la población y que les tiene sumidos en un mundo de dependencias que les mantiene constantemente preocupados y ocupados en ellas?

Bajo nuestro punto de vista mucho mejor y más viable para la humanidad sería si te enseñasen a gestionar los problemas de la vida en vez de evitarlos cuando te surge alguno, escondiéndote detrás de los fármacos, aunque no negamos que en algunos casos sean inevitables. ¿Nos ayudarán los transhumanistas en este aspecto o sólo les interesa que consumamos esas píldoras para que “creamos ser felices” cuando en realidad no lo somos y sólo escapamos de los problemas y nos escondemos de esa realidad que no quieren que veamos?

Si en este futuro inmortal que nos tienen preparado y, tal y como ellos mismos preconizan en su propia declaración: “El transhumanismo defiende el bienestar de toda conciencia, sea en intelectos artificiales, humanos, animales no humanos o posibles extraterrestes…”, habrá todo tipo de seres conscientes, entonces al haber convertido a cualquier animal, I.A. o quimera genética en un ser consciente e inteligente en cierta forma, le habremos asimilado en derechos (las obligaciones son harina de otro costal…) a los humanos, ¿nos veremos en la obligación legal y/o moral de convertirlos también en inmortales y atiborrarles de “píldoras de la felicidad y de la personalidad” para que sean también “mejores”, a imagen y semejanza de nosotros mismos? ¿Hay algo más antropocéntrico que esto, dotar de personalidad a cualquier ser consciente? Recordad el artículo que os mencionábamos más arriba de “Conspiración Persona”.

¿Realmente el tranhumanismo conseguirá la utopía de una felicidad de cuento de hadas mediante la técnica, será tan fácil o nos convertiremos en yonquis de las píldoras porque nadie nos habrá enseñado a gestionar nuestra realidad sin ellas?

  1. CONCLUSIONES.

Sería muy largo hablar de todas las estrategias que se manejan en varios frentes para llegar al transhumanismo y sólo hemos querido bosquejar las más importantes y los peligros que creemos que esconden, ya que no nos queda nada claro qué es lo que pretenden, qué se esconde realmente detrás de este movimiento. ¿Es la propia deriva inevitable y fortuita de la especie humana que nos lleva a esta muerte del humanismo o es un fomento artificial que nos orienta hacia una meta determinada e ignorada por la mayoría de la población?

Todos somos conscientes de que en este siglo XXI existe una crisis de identidad en el ser humano y en la humanidad como tal. Pervive en la actualidad, fomentado por la corriente tranhumanista, una suerte de esquizofrenia humana debida a la división de la materia y el espíritu. Están aprovechando esta crisis y también a la par fomentándola para borrar los últimos rastros del humanismo y transmutarlo en transhumanismo, con su visión mecanicista del organismo humano del que quieren deshacerse a toda costa porque le consideran inviable para la consecución de su utopía. Es una de las maneras en que socavan la identidad humana para transformarla en otra cosa imposible de definir.

Una de las múltiples herramientas que usan para fomentar esta crisis de cambio de era, el paso de la Era Piscis a la Era Acuario que estamos sufriendo en nuestras propias carnes, es el tan traído y llevado Plan Kalergi. A muchos les sonará esta estrategia que para la mayoría de los conspiranoicos va asociada a una liquidación de la raza blanca. Nosotros no estamos de acuerdo con ese postulado. La verdadera finalidad de este plan de traer a la Europa actual, que ya da sus últimos estertores de la cultura humanista, a miríadas de personas con una cultura que nada tiene que ver con la nuestra, racionalista y científica, es la de terminar de rematarla. Es decir, acogemos a muchas personas con culturas completamente dispares con la nuestra a la vez que dispares entre las de ellas mismas, con la finalidad de matar los últimos vestigios de humanismo sustentado por la razón, para rellenarlo con el transhumanismo que en realidad es EL PORTAL DE ENTRADA A LA ERA ACUARIO, COMPLETAMENTE MANIPULADA POR LOS DE SIEMPRE.

Creemos que ha quedado suficientemente claro que tenemos una gran reticencia a que este plan transhumano se implante en la sociedad de la manera buenista que ellos consideran y sospechamos que no será ni tan igualitario como pretenden ni tampoco tan voluntario, quedando siempre a la zaga la sombra de las dos humanidades que convivirán: la de ricos y pobres, la de afortunados y parias, la de transhumanos y humanos.

Con el darwinismo del s.XIX fue la burguesía quien se encumbró al poder enarbolando la bandera de la ciencia, con el transhumanismo seguirán siendo esos mismos poderosos que ya fueron encumbrados una vez quienes continuarán en el poder ya que tendrán los medios económicos para implementarse todas las mejoras que quieran.

Sospechamos así mismo que la humanidad que nos espera según los ideales de este movimiento, será una humanidad estandarizada por completo, clónica en la práctica debido a las mejoras genéticas, y mucho más fácil de controlar, por supuesto.

Arthur C. Clarke decía una frase muy esclarecedora para este nuevo periodo super tecnificado que nos espera: “La tecnología avanzada es indistinguible de la magia”.

Quizás sea ésa la finalidad real del transhumanismo, que no seamos capaces de distinguir la tecnología de la magia para que hagamos la transición a la Era Acuario, que será espiritual, exotérica y comunitaria por decreto, agarrados de la misma mano que nos sacará de la Era Piscis, racional y esotérica.

Queremos agradecer especialmente todas sus aportaciones y su trabajo de colaboración para preparar este artículo y el vídeo que para el programa de radio que hicimos acerca de este tema a nuestro amigo Erick León de Venezuela. Podéis visitar su canal de YouTube, “El lado oscuro de la Matrix” y allí encontraréis el vídeo que os comentamos además de otros muchos acerca de temáticas del mundo del misterio.

Os compartimos el link del canal:  https://www.youtube.com/channel/UCZ-t20oNPzYH9LYvbJRYRng

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES:

FUENTES DE LAS IMÁGENES:

 

7 comentarios sobre “TRANSHUMANISMO Y POSTHUMANISMO ¿UN FUTURO TERRIBLE PARA EL HOMBRE O SU SALVACIÓN?

  1. Todas esta abundancia de películas de superhéroes podría estar relacionada con querer generar un ambiente favorable al transhumanismo? (Además de demostrar una cierta falta de creatividad )

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario